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Stillnes & Blood Press. 

Los días de Babel. Stillnes & Blood Press.
Días de Babel, de Pablo Romero, es un libro intenso. La intensidad es rara en tiempos como estos, donde no parece haber lugar más que para la tibieza o el desborde. Este autor elige un territorio menos transitado, más áspero y difícil, pero más honesto: de esa apuesta emerge una poesía poderosa y conmovedora. En estos textos, el cuerpo habla. Lastimado, doliente, enfermo, marcado a fuego por un error brutal en la carne, en el sexo, por la ofensa del nacimiento (esa irreparable despedida del adentro), el cuerpo dice su palabra aunque la escritura no alcance a suturar la herida ni a reparar la pérdida: Escribir es deplorable, Cuerpo. Y sin embargo, Pablo Romero escribe con palabras capaces de tocar el cuerpo: dije vidrio y no necesité más para cortarme. Escribe y escribir se vuelve un acto de resistencia y de desesperada vitalidad contra toda adversidad, toda tragedia.  Escribe versos como este: Hay la vida detrás del pecho/ y ya irrigaba perlas y ríos por todo el cuerpo. Y entonces las palabras resplandecen, aunque no sean suficientes, aunque no sean capaces de curar a nadie ni de convertirse en una casa, una madre, una patria. Resplandecen en este libro como una luz que tiene el poder de alumbrar, intermitentemente, el sinuoso, terrible y espléndido camino de los vivos.


CLAUDIA MASIN
























Los días de Babel, Pablo Romero.
Contraportada de Claudia Masin.
México, Stillnes & Blood Press, 2015.
Colección Raíz.
ISBN: 978-607-97043-0-8






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ESTUDIO SOBRE EL FRACASO

Padre nuestro
no sé cómo se escribe tanta vida.
Tuve que decir la plegaria porque la fisura
 marca lo insufrible de mi cuerpo.

No cabía la luz. Lloraba
como si me hubieran llamado Pablo o infinidad,
es lo mismo; como tragar sin querer el pecado
de haber nacido insaciable.

Escribir la ruina, escribir la catástrofe
hubiera sido más fácil que decir mi nombre.
Por ejemplo, hagamos de cuenta
que es alba y que no estás.

Hay que hacer fuerza para nunca
porque la letra no cede. Se hace de golpe
un intento por dejar la plegaria y empujar
la náusea para adentro, un proceso inútil y
nefasto como aprender a mirarse  las grietas,
ahogarse sin para quién, sin para dónde.

Dije: así se hace la noche
un empujón con las yemas para parir
el llanto por la boca:

sin palabras para renunciar a la calidez
de nuestros huesos, sin fuerzas
para dejarnos caer  en la memoria del mar
que nos ha visto



Los días de Babel. Stillnes & Blood Press
México 2015.